jueves, 16 de junio de 2016
A las
13:29:00
por
Pangea
en
Día a día
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Con los brazos abiertos. Así nos han recibido en el campamento de refugiados sirios de Katsikas. Un campamento que dista bastante de ser el paraíso que buscan aquellos que huyen de la guerra, aquellos que han dejado sus casas para sobrevivir y buscarle un futuro a sus familias. Se calcula que actualmente viven más de 1.500 personas allí, la mitad menores. Ahí es donde nuestro proyecto cobra sentido. Los niños se llevan siempre la peor parte, son los más susceptibles de sufrir traumas y problemas de salud irreversibles. Pangea intentará que esta situación, esperemos que temporal, se les haga un poco menos dura. Comienza un proyecto ilusionante, una pequeña contribución al bienestar de los más pequeños.
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